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  • Foto del escritorEsmeralda Fernández Barrones

¿SABÍAS QUÉ…? LACOSTE.


Imagen de www.lacoste.com


No hay mayor éxito que la capacidad (y las ganas) de hacer realidad todas las ideas que se nos pasen por la cabeza. Éste es el caso de René Lacoste, un tenista profesional apasionado quien, no sólo revolucionó la técnica de juego del tenis, sino que además abrió el camino de la identidad visual en la ropa deportiva, modificó la indumentaria del tenis creando el famoso polo, escribió su propio libro donde explica la perfección de la técnica del tenis y registró innumerables patentes relacionadas con este deporte.


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Nadie podía imaginar que una anécdota sería el detonante de una serie de triunfos en cadena y que, en la actualidad, supone un legado y un ejemplo de emprendimiento digno de reconocimiento. Fue en 1923 cuando Pierre Gillou, capitán del equipo del equipo francés de la Copa Davis, le dijo a René Lacoste que si ganaba el siguiente partido, le regalaría la maleta de piel de caimán que ambos estaban visualizando en el escaparate de una tienda de venta de pieles. René perdió el partido, pero la anécdota se quedó en la mente de todos al relacionar el movimiento del cocodrilo con el juego de Lacoste en la pista (movimientos en zigzag y “sin soltar a su presa”, como él mismo decía).


En 1927 fue el año de inflexión en la creatividad de Lacoste. En este año le pidió a su estilista Robert George que dibujara en todas sus blazers la imagen de un cocodrilo. No se trataba de un capricho sino del inicio de lo que hoy en día llamamos “marca” y que luciría a partir de entonces en la pista. René Lacoste siguió innovando en la moda deportiva. Fiel defensor de la simplicidad y de lo práctico, decidió acortar las mangas de las camisas, rebajar el número de botones en las camisas y utilizar tejidos más ligeros como el algodón. Él afirmaba que la ropa debe adaptarse a la persona y no al revés. Dicho y hecho: así nació la prensa de vestir “Polo”.


Imagen de www.lacoste.com

Hoy en día el polo es el producto estrella de Lacoste, producto que ha sido copiado por innumerables marcas. Su proceso de producción es minucioso y complejo (siguiendo el ideario de su creador hacer de lo complejo, algo más simple):


1.- La máquina que teje la tela del polo tiene más de 2500 agujas.


2.- El proceso de teñido suele durar unas 9 horas.


3.- El logo del cocodrilo tiene aproximadamente 1200 puntadas.


4.- El montaje de todas las piezas que conforman el polo pasa por 25 controles de calidad.


En su retirada del deporte profesional, siguió registrando patentes. Una de las más conocidas fue el tira-bolas: aparato que permite que el tenista entrene y mejore la técnica por sí solo.

Imagen de www.lacoste.com

En la actualidad, Lacoste se ha convertido en el patrocinador principal del Roland Garros en Francia y uno de los principales sponsor de tenistas del más alto nivel como es Novak Djokovic. Como marca también ha conquistado otros deportes como el golf y sus sinergias de colaboración para fabricar ediciones limitadas van desde Polaroid hasta National Geographic.

Imagen de www.lacoste.com

Cuando se fijan unas buenas bases en cualquier proyecto, éstas deben permanecer a lo largo de su historia. Y Lacoste lo ha entendido y demostrado desde sus inicios. El crecimiento continuo y las ganas de seguir mejorando es lo que hace que la marca Lacoste sea reconocida por sus hitos a lo largo de los tiempos; tal y como había pensado su creador René Lacoste.


Si quieres conocer más sobre sus productos, entra en:


Bibliografía: “Historia de las marcas”, Eduardo Herrera y Leire F. Iñurritegui.


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Sencillamente, ¡gracias!


Keep dreaming!


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